La colleja es una planta silvestre comestible que cada vez escasea más. El mejor momento para cogerla es entre marzo y abril, se corta solo la parte de arriba, porque es la más tierna. Las mejores son las que están a la sombra de otras plantas. Se suelen encontrar en bordes de caminos, praderas secas y lindes de tierras de labor pero de una forma muy dispersa. Se pueden comer en ensaladas, en el potaje de garbanzos, en tortilla o como es el caso de hoy, en revuelto. Tengo que decir que aunque conocía las collejas nunca las había probado, me han parecido suaves, tiernas y deliciosas, si tenéis ocasión de probarlas no lo dudéis!
Collejas y espárragos silvestres
Fuente: Google
INGREDIENTES (para 4 tostas)
150 gr de collejas limpias
10 espárragos silvestres
4 rebanadas de pan
8 colas de gambón
3 dientes de ajo
¼ de guindilla
3 huevos
Aceite
Sal
PREPARACIÓN:
Cortamos los espárragos silvestres (trigueros recogidos del campo) en trocitos y los escaldamos en agua hirviendo, para que pierdan el amargor. Separamos las hojas de las collejas una a una, desechamos las que no estén bien, las lavamos con agua y las secamos con papel de cocina.
Cortamos los ajos en láminas y el cuarto de guindilla por la mitad. En un plato ponemos los huevos y los batimos con un poco de sal.
En una sartén ponemos un poco de aceite con los ajos y la guindilla. Cuando empiece a dorarse añadimos los espárragos. A continuación añadimos las collejas, damos unas vueltas y añadimos los gambones, dejamos que cocine todo junto hasta que el gambón cambie de color. Las collejas deben quedar tiernas y jugosas, no excesivamente hechas. Incorporamos el huevo y removemos hasta que quede cuajado a nuestro gusto.
Tostamos unas rebanadas de pan y ponemos encima el revuelto
Una tosta campestre, pero con un sabor de lujo!.
Si le tengo que poner un nombre, sería:
"Mar y Bancal"